
Con la excusa de entregar el diploma de mejor vino del año a su Conjuro 2003, Walter nos recibió en su Bodega, en pleno crecimiento, ubicada en Agrelo.
Y ya desde el vamos, nos recibió con una primicia: Monteagrelo Chardonnay 2006. El primer varietal 100% blanco que produce con su nombre, y nos anticipó el próximo varietal de esa línea, un syrah. Algunos comenzamos a recordar el ya mítico syrah 1996 que vinificaba en Nieto Senetiner.
Luego ya dentro de la Bodega, probamos de los tanques distintos vinos en proceso de producción, algunos más avanzados, otros apenas fermentando.
Para culminar, excelentemente atendidos, Walter y su hija Marita nos agasajaron con Monteagrelo Malbec acompañando las empanadas cuyanas y Profundo con una pierna tiernizada. Que delicia de vinos.
Un emocionado Walter Bressia descorcho su Conjuro, el vino premiado, agradeciendo a Santopoco el galardón, a su familia y a la vida, haciendo de este momento algo único e irrepetible, esos momentos donde solo la pasión del vino puede unirnos y festejar.
Miguel Brascó dice en su último anuario que Walter ha sido “…rozado por el ala de Agaaph, el ángel de las sensaciones voluptuosas…”, algo que compartimos al degustar cualquiera de sus vinos, sin dudas de los mejores vinos que se realizan en la Argentina.
Para destacar las noveles presencias del nietito de Walter, hijo de Marita de 4 meses de edad, y la de Lilo, la hija de Gustavo y Carolina, socios del Club.
En el final degustamos el elegante y corpulento Champenoise Royale Brut Nature para acompañar Cheese Cake y mil hojas de dulce de leche.
Gracias a la familia Bressia y a Grancasa nuevamente, por permitirnos compartir tan agradables momentos.

1 comentario:
Solo puedo agradecer el pertenecer a este grupo de amigos que nos permite "premiarnos" con momentos tan agradables y sobre todo productos de la uva de nuestra tierra que genera algo tan maravilloso trabajado por las manos de quien sabe hacerlo, como Walter.
Gracias y salud!
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